Te humilló, te maltrató. Te dijo tantas cosas feas que todavía recordas como si le estuviera echando sal a la herida cada palabra.
Todos los días se vuelven díficiles, sosteniendo las memorias de un infeliz que hizo de tu cielo una tormenta oscura.
Tus ojos no paran de llorar, porque realmente nada has dicho. O por lo menos, no aún.
Tenías todas las razones. Sabías perfectamente darle donde más le duele. Entonces, ¿por qué no lo hiciste?
Esque sencillamente sos luz porque ser noble no te hace mejor persona, pero si te vuelve mas fuerte que siendo la maga astuta. Tal vez si, seas mejor que él.